por David Liceras.
Como cada año “normal” (entendido “normal” como sin restricciones de movilidad), el Club nos tenía preparado el Encuentro Nacional. Este año la candidatura ganadora para el IV Encuentro fue… ¡Andalucía! (22-25 de abril).
Se había hablado del tema, pero el punto de inflexión fue el día en el que Íñigo Pérez, presidente del Club, creó el grupo de chat de WhatApp, el 30 de marzo del 2022. Ya, salvo catástrofe o imprevisto grave, ¡no había vuelta atrás! El reloj ya sólo marcaba los días que quedaban para vernos en Andalucía. Un gusanillo de emoción empezó a recorrer nuestros estómagos.
Nada parecía presagiar la noche intensa del jueves 21. Alguno con el motor abierto, otro sin suspensión delantera ni frenos y los que no dijeron nada, seguro que estaban echando un último vistazo con cierto temor de encontrar alguna sorpresa no deseada. Una vez más, las ganas por disfrutar y los ánimos del resto de socios, vencieron todas las adversidades.
Algunos, como los compañeros canarios, ya había iniciado su singladura días atrás (afortunados ellos), embarcando el 17 de abril, rumbo Huelva o como nuestros amigos asturianos y vallisoletanos que, saliendo el jueves, sufrieron las primeras inclemencias meteorológicas (nieve) de la borrasca profunda que nos atravesaría la península jueves, viernes y sábado.
Viernes, 22 de abril
Por fin llegó el día y todos los que quedábamos por salir, pusimos rumbo a Granada desde los distintos puntos de partida con los dedos cruzados para encontrar ventanas meteorológicas que nos ayudaran a evitar la lluvia y viento, que estaba pronosticada desde días atrás. Con distinta suerte al respecto según horarios y caminos, alcanzamos todos nuestro objetivo del día: Granada. Hotel espléndido, ducha renovadora, cena temprana en la que vivimos el reencuentro de amigos y el acogimiento de las nuevas incorporaciones, procedentes de Canarias, Madrid, Valladolid, Málaga, Murcia, Barcelona, Valencia, Alicante, Asturias…
Tras la cena en el restaurante «Las Titas», en la que se nos hizo entrega a todos los participantes de un «road book» perfectamente encuadernado, con horarios y rutas y unos adhesivos con el logo del evento, nos esperaba el espectáculo de la visita nocturna guiada a la Alhambra. Las imágenes hablan por sí solas…
Sábado, 23 de abril
Amanece presagiando lluvia. Salida puntual inglesa, como viene siendo habitual. Iniciamos ruta por Parque Nacional de Sierra Nevada, Lanjarón. Primera parada en el Mirador del Visillo, con vistas espectaculares y fuerte viento. Los más valientes, ya van descapotados desde el hotel. El resto, miramos con envidia y valoramos quitarla tras la siguiente parada, a donde llegamos por carretera de costa disfrutando de las primeras vistas del mar.
Marina del Este. Aperitivo merecido y sesión de fotos. A lo lejos, se veían nubes amenazantes pero, de momento, sin riesgo en nuestro entorno. El momento “capotas fuera” había llegado…
Proseguimos ruta costera y revirada, haciendo otra parada en Nerja, hasta Vélez-Málaga. Lamentablemente, el TR2 del Presidente del Club, decidió no dejarle utilizar las marchas, con lo que sufrimos el primer abandono. Gracias al compañerismo reinante, sólo el TR2 fue el que no continuó, no así el presi y Desiree, que fueron debidamente reubicados y pudieron continuar la ruta. Había llegado el momento de virar de nuevo hacia el interior, con otra carretera divertidísima hasta Venta de Alfarnate (siglo XIII) y una de las más antiguas de Andalucía.
Convertimos el parking en Parking Triumph en menos de 5 minutos.
Tras la comida, la lluvia finalmente apareció y las capotas nos salvaron de llegar bien mojados a nuestro destino. La bajada desde la Venta, lloviendo con fuerza, nos ocasionó algún que otro susto con consecuencias únicamente estéticas y el sofocón del momento. Pasando por Torremolinos, llegamos finalmente al Hotel Occidental en Fuengirola.
Casi sin tiempo para ducharnos, nos vestimos “elegantemente” de la época de nuestros coches para ser recibidos por la Alcaldesa de Fuengirola a la entrada del hotel y salir seguidamente al paseo escoltados por la Policía Urbana para lucir nuestras joyas. Aún con algún que otro contratiempo en la rampa de salida del hotel (ver imagen inferior), conseguimos disfrutar todos de la estupenda cena en el restaurante Royal Beach «El Pirata», en donde se hizo la votación de los mejor vestidos, resultando ganadores en ambas categorías el matrimonio formado por Eduardo Álvarez Hamilton y Frankie Poels del grupo canario.
En la imagen, quien suscribe estas líneas, vestido de la época de su coche.
Domingo, 24 de abril
A las 9:30 salimos rumbo a Puerto Banús, de nuevo por el interior, pasando por Mijas, volviendo a disfrutar de las increíbles carreteras interiores que tiene Andalucía. Lamentablemente, sufrimos una segunda baja en Marbella, donde los segmentos de uno de los cilindros del TR4 de José Ignacio Romaní dijeron “basta” (bastante duró el motor, que el pobre fue avisando días atrás).
Aperitivo, sesión de fotos, entusiasmo por parte del público presente y una vez cargadas las pilas, nos esperaba otra ruta apasionante por la impresionante A-397 entre Marbella y Ronda. Comimos en el Restaurante «La Parrilla», donde nos apareció una mini ruta no planeada, gracias a un residente rondeño, dueño de un Triumph Herald (aún con pintura origina) que se presentó allí y se ofreció a llevarnos por una carretera de piedras rumbo al Tajo. Lamentablemente, tuvimos que dar la vuelta por estar cerrada la barrera. Pusimos a prueba los frenos al bajar y los embragues al subir… pero nos permitió sacar bellísimas fotos.
Parking en la plaza de toros, con muchísimo público en el momento de nuestra llegada (3 de la tarde), que hizo imposible sacar una foto del grupo al completo.
Tras una hora y media de distendido paseo por Ronda, proseguimos con nuestra última ruta del día hacia Córdoba, donde llegamos con tiempo suficiente al Hotel Macià Alfaros para dirigirnos andando a Casa-Palacio Baldomero, donde cenamos y se hizo entrega de los premios del Encuentro.
Lunes, 25 de abril
Tras el merecido descanso, visita con guías a la Mezquita, que nunca dejará de sorprendernos. Nadie quería irse y que este fantástico encuentro acabara, pero los deberes nos esperaban en nuestros destinos… Sólo unos pocos afortunados, pudieron alargar este viaje, continuando hasta Portugal.
Para mí, ha sido el primer Encuentro Nacional del TR Register España al que he podido asistir y sé que no la olvidaré nunca. Nos hemos juntado gente que ya lleva muchos años en esto y los que somos más nuevos con una interacción perfecta, haciéndonos sentir como si ya nos conociéramos todos desde hace mucho tiempo. Hemos compartido una experiencia única de conducción, aventura, compañerismo, diversión, cultura, etc.
El conducir un vehículo “moderno”, en el que casi no hay que hacer nada (automático, ABS, dirección asistida, mil ayudas de asistencia en carril, frenada de emergencia etc.) tras 4 días de conducción “tradicional” fue una sensación contradictoria, mezcla de amor-odio, pero la sensación que más me duró e ilusionó durante los siguientes días fue la misma que al volver de joven del campamento de verano, con mucha pena de que hubiese acabado y con muchas ganas de repetirlo al año siguiente.
Agradecer infinito a la organización del Club y, especialmente, a los responsables del evento (y sus familias), que han sufrido para poder hacer esto posible (Mario, Leo, Íñigo y Álvaro), con no pocas incidencias previas (hoteles, reservas, etc.); y a todos los asistentes que, aunque parezca increíble, nunca se llegó a ver un atisbo de mala cara en nadie, pasara lo que pasara.
Simplemente, mil gracias a tod@s!! Nos vemos en 2023!!!